viernes, junio 24, 2005

el LOGOS es tan infantil como comercial

me acuerdo del comercial de petit fort: "hola mi amor ¿mucho trabajo? -si demasiaaado ¿qué hay de comer? -mmmm, 1 rica sopa de espinaca -pero cómo?! tú nunca me das las cosas que a mí me gustan: me voy a la casa de mi mamá", a mí me gusta la sopa de espinacas que hacen acá en Temuco en la casa de mis papas, tanto como la de zapallo que hacen mis abuelos maternos en Santiago como la carbonada que hacen los paternos en Concepción, de las maggies para 1 me que me preparo yo me gusta la oxtail. ahora me compré muchas de esas, aproveché que acompañe a mi papá a hacer el pedido. de hecho cuando vuelva a Stgo. llegaré con harta comida y condimentos. la 1ª vez que me fui llegué sólo con condimentos, aceite de oliva y 1 frasco de puré de castañas, de eso ya no queda nada, sólo lo que compré allá: oregano y chocolate en polvo, las otras cosas que todavía me quedan son aportes de amigos o cosas que en mi atrevimiento he sacado de por aquí y por allá, me refiero al azucarero de 1 cafetería, el café de 1 despensa en que abundaban y a la mostaza de 1 shopdog, de la cual queda solo el envase, pero que llenaré con la que compré acá.

ayer fuimos con mi hermano a dejar a mis papas al aeropuerto, como el vuelo estaba atrasado les dieron 2 ticket de colación, pedimos 1 barros luco y 1 lomito tomate para los 4, yo pedí mostaza, y casi se me cae la cara cuando me dicen que sólo tenían kepchut y ají, ninguno de los 2 santos de mi devoción. la otra vez fuimos con mi tribu familiar a celebrar el cumple de mi mamá, el 21, al pub de la vuelta de la esquina, tb. pedí mostaza para complementar la chorillana y mi papá me dijo que a él nunca se le hubiese ocurrido pedir mostaza, que para él las chorillanas ya venían suficiente% aliñadas. en eso estamos de acuerdo, pero como dice mi tía Choldi rico con rico queda más rico.

hoy me acosté a las 3 y tanto p.m., al final salí, e hice algo 1 tanto temerario: subí sola al cerro Ñielol, confié en las zapatillas de mi mamá y en mi esperado amanecer. al principio iba temerosa, todavía estaba oscuro a las 7 de la mañana, pero pensé que lo peor que podía pasarme no era tan terrible. de hecho lo único que me acechó en el camino fue 1 perro al que no vi, me empezó a ladrar, pero yo no pesqué, seguí caminando no más, ni lo miré, quizás era 1 quiltro chico o 1 rottweiler, al escucharlo sólo pensé que no hay que demostrar el miedo. eso fue a la altura del restaurant con vista panorámica. mi idea era llegar lo más alto posible para ver como salía el sol, tenía que apurarme.

cuando llegué a lo más alto del cerro Ñielol me encontré con antenas y pinos robándose la pelicula, el cielo estaba seminublado y de ahí no se veía bien el horizonte, medía derrotada decidí volverme, quizás me había pasado mi parorámica, pero 1 sendero me tentó y luego de caminar 1 poco visualicé otra cumbre, esta si que prometía, aunque el camino era 1 barrial resfaloso, pero yo con mi bastón de colihue seguí no más. y cuando llegué arriba me sentí demasiado feliz, pensaba en las caminatas en el campo de mi abuelos ¿por qué tenía que darme miedo caminar sola ahora si toda mi infancia lo hice sin siquiera percatarme?

estaba en eso cuando llegó el momento del cuestionamiento: ¿por dónde bajar? ¿me devolvía o seguía adelante? devolverme implicaba enfrentarme denuevo al perro y ahora había luz, por otro lado seguir era llegar a la carretera, alejarme más de mi casa y no saber a ciencia cierta donde llegaría, ya había caminado harto y si comenzada a flaquear no me convenía alargar mi camino... lo pensé harto, recordé a la Sole diciéndome que mis principales defectos eran el ser muy impulsiva y temeraria. decidí volver, de verdad que no fue fácil, tomé esa decisión más que nada por responsabilidad, si fuera invisible y anduviese con jugo de gumibayas o los tarros de espinaca a lo popeye hubiese seguido.

deshice algunos pasos y otra vez me topé con 1 camino en otra dirección, 1 que me alejaría de las antenas y el restaurant panorámico, pensé que ese me llevaría a los cerros que están detrás del Lider, no estaba segura, pero me aventuré, prefería caminar por 1 bosque de pinos que por 1 camino de barro. caminaba por ahí y pensé en sacar 1 helecho para el jardín de acá, estuve a punto de hacerlo, pero lo pensé mejor y lo deje ahí no más.

caminé, caminé y caminé, me acercaba y alejaba de mi destino aleatoria%. en 1 de esas tomé 1 decisión equivocada, decidí bajar y caminar por la orilla del riachuelo en vez de subir y seguir por los bosques: me saqué la cresta, 1 resfalin barrial, quedé a 1 metro de la corriente que se perdía entre la zarza, escuchaba su continuación pero por ahí no había acceso, sólo me quedaba mirar para arriba, 1 subida empinada y resfalosa, mi bastón colihue ya no era de ayuda, con el dolor me mi alma decidí dejarlo tirado, tender a la orilla, donde las raices y las hojas mermaban el barro, me agarré de ramas, hice fuerza, en eso me encontré con 1 de esas cuerdas de montañistas olvidada, la saqué, no le dí 1 uso particular, pero la guardé como trofeo de caída: ya iba en la mitad de mis ascenso. si Arquímides decía que el principio era la mitad de todo (creo que fue él) yo ya sentía que estaba al otro lado, de hecho lo estaba y ahora lo estoy.

arriba me encontré con otro palo de colihue, el cual a diferencia del anterior tuve que adaptar a mi medida y el cual decoré con la cuerda encontrada. increíble como 1 subida cambia en totalidad tu visión de las cosas: al estar a unos pasos de la corriente pensé en mi imprudencia, en que nadie sabía donde estaba, que andaba sin ni 1 papel que atestiguara mi nombre, en que no tenía nada en mis bolsillos aparte de la slim-camara, las llaves de la casa y las semillas de eukaliptus que había recogido. 1 vez superado el barro asumí mi irresponsabilidad, pero también mi coraje y buena estrella, asumí que lo estaba pasando bien, estaba haciéndo lo que quería y que me daría el lujo de relatarlo, que la narración sería como la mostaza de mis comidas, 1 lujo que me doy, la valoración que le doy a los acompañamientos, el asumir que los seres humanos somos complejos, que necesitamos de articificios: en la cumbre habían antenas y las encontré bellas, el bosque era de pinos y me gustó su olor, el eukaliptos es 1 árbol implantado, foráneo, pero recogí sus semillas.