viernes, marzo 18, 2005

silencio alimenticio

me siento a escribir sin saber que quiero decir, hoy es la música la que me mueve (se me olvida que decidí tildar lo escrito así que retrodeceré para tildar, aunque no se noté -todavía me da vueltas que hoy mandé un mail en que no le puse tilde a sábado-)

así como no se nota el retroceso en la diacronía narrativa (todo sea por tildar), tampoco podría notarse que hubo una pausa, y si al comienzo de este fragmento fueron las melodías de Magnetic Fields las que me estimulaban a teclear, ahora debo continuar en silencio mi afán (mis papás duermen en la pieza del lado). durante la pausa mi hermana googleo información sobre las principales causas de los accidentes infantiles (entre ellas: tirarse por la ventana de un edificio con un paraguas pensando que funcionan como paracaídas o accidentarse en las escaleras mecánicas de los malles porque las mamás los descuidan embelesadas por las grandes ofertas) , mientras, yo leía otro capitulo de una gran novela...

parece que en silencio cuesta que vengan ideas a la cabeza, o por lo menos se me espantaron las que tenía antes. porque si bien me senté a escribir sólo por entusiasmo, cuando puse las manos en el teclado algo se me ocurrió...

me remitiré a las cosas entretenidas que dijo Fernando Savater ayer, dio una videoconferencia para un encuentro de "diversos especialistas e intelectuales que abordaron, desde múltiples perspectivas, los sentidos de la educación en el contexto de los vertiginosos cambios culturales del mundo actual", y yo lo escuché aquí en mi pieza, dijo cosas como:
- yo creo que en pesimismo, pero sólo si viene seguido de la autodestrucción
- no porque alguien diga que le gusta la electricidad, significa que le guste la silla eléctrica
- se dice que los filósofos son quienes dicen en voz alta lo que todos saben
- si un tipo viene y me dice que sigue pensando lo mismo que pensaba cuando tenia 15 años, yo diría que ese tipo simplemente no piensa nada, ni ahora ni a los 15, no puede ser que las ideas sean como esas moscas que se meten a una botella y no pueden salir, la virtud del ser humano es que puede cambiar su forma de pensar
- ...

dijo tantas cosas y de una manera tan clara, pero mi memoria es frágil con las cosas importantes - porque una nimiedad como no haberle puesto el tilde a sábado todavía la tengo presente- ...en fin, siento que ayer fue una tarde imperceptiblemente productiva, sólo yo sé que anímicamente me nutrí y: "guatita llena, corazón contento."