las fotos digitales vienen reveladas
Ahora que estoy libre de polvo y paja (estuve haciendo adobe para decorar mi pieza) puedo escribir lo fenomenal que estuvo el día de ayer, me atrevería a decir que el mejor de mi vida... hasta el momento. Sigo en el flow como diría mi prima.
Todo partió muy temprano, y no es que haya abierto los ojos como respuesta al ruido de un despertador, sino que algo en mi cabeza me despertó a la hora indicada. Mi primera intención era imprimir mi curri para arroz graneado en este PC, pero algo le dio a la máquina y no pude. Así que sólo “publiqué” el mensaje anterior. Salí de la casa sin curriculums, pero igual campante. Me faltaba 1 cuadra para llegar al paradero cuando vi 1 micro pasar: justo la que no me servía.
Tenía que estar a las 8:15h en Las Rejas y ya se me estaba haciendo tarde, pensé en tomar 1 colectivo, pero me dio lata gastar 10 pesos más y preferí esperar, no es que sea 1 amarrete, sino que se me metió en la cabeza irme en micro. Resultado: llegué a las 8:30 al metro, la Sole me dijo que ella había llegado a las 8:29.
Anduvimos las 2 por el gran Santiago dejando curris, recepcionista fue el cargo estrella, a ver como nos va, sino tengo 1 cartita bajo la manga, si me resulta la revelo.
Mi intención era ir a la clase de Fenomenología que va mi prima, pero no sabía como llegar al Campus Oriente, así que le pregunté al hermano de la Sol (que nos había invitado a 1 chorrillana de peluches) que micro me servía, me dijo la 392. Yo tengo 1 fe ciega en los números y soy bastante textual para mis cosas (aunque en forma abstracta... sí, lo reconozco) así que espere no sé cuantos minutos hasta que paso el número señalado y si este hombre me dijo que pasaba por el Campus Oriente yo esperaba pasar al frente de él, pero no: había que bajarse en Los Leones y caminar. Este punto no me quedo claro así que seguí por Los Leones no más, cuando capté que me había pasado decidí seguir en la micro hasta Macul para ir a las Facultad de Filosofía de la Chile y ver si había alguna actividad interesante o el cartel de una más no sea. Encontré algunas, pero lo + providencial es que me encontré con 1 tipo de Concepción que yo encontraba simpático pero con el que nunca había hablado, yo siempre que lo veía les decía a mis amigas “miren, ahí va duendecito” jijiji. Ahora me lo tope en la escalera y conversamos, me puso contenta, aunque quizás nunca más me lo vuelva a encontrar ese encuentro casual parecía justificar que me haya llevado la corriente. Pero no señores, el cielo me tenía algo preparado.
Decidí volverme caminado al campus donde estaría mi prima. El cielo estaba muy lindo cuando salí de Macul: entre amarillos y gris, yo por suerte (como estos últimos días) andaba con mi cámara digital, así que todo el camino fui sacando fotos, iba feliz de la vida... el cielo se iba oscureciendo y yo poco menos que cantaba, de hecho creo que lo hice, total tengo pinta de gringa: i’m a tourist. Y ladies and gentleman: comenzaron los truenos y relámpagos y les prometo damas y caballeros que yo solté 1 carcajada. Uhuhuhui. Caminando y sacando fotos, siempre a punto de captar-campanar 1 rayo relámpago, pero we know que Naturaleza always wins, y la verdad no interesaba captar el rayo, sino lo que este significaba, su alrededor. La lluvia relampaga, intensa, fuerte, el chuzo lo recibí bajo el techo de lo que 1 día fue 1 monasterio. Y conversé con 1 niña que estudiaba fotografía muy simpática, ella quería que yo captara el rayo (como a ella no le quedaban rollos) pero yo prefería habar con ella, terminar mi pucho o plasmar los cables digitales. Mientras tanto mi prima miraba desde otra perspectiva la lluvia, cuando se tranquilizo 1 poco el asunto esdrújulo del cielo, salimos de nuestro cobijo y nos metimos al auto, me dejo a 2 cuadras de la Puc-central, ahí le pregunté a un guardia muy atento hacia donde tenía que caminar: tenía que subir la escalera, la charla sería en la sala de vidrio.
(La tormenta rítmico azul se siente en su salsa.)
(hoy escuché muchas veces la canción Viento helado de Rosario Blefari)
Todo partió muy temprano, y no es que haya abierto los ojos como respuesta al ruido de un despertador, sino que algo en mi cabeza me despertó a la hora indicada. Mi primera intención era imprimir mi curri para arroz graneado en este PC, pero algo le dio a la máquina y no pude. Así que sólo “publiqué” el mensaje anterior. Salí de la casa sin curriculums, pero igual campante. Me faltaba 1 cuadra para llegar al paradero cuando vi 1 micro pasar: justo la que no me servía.
Tenía que estar a las 8:15h en Las Rejas y ya se me estaba haciendo tarde, pensé en tomar 1 colectivo, pero me dio lata gastar 10 pesos más y preferí esperar, no es que sea 1 amarrete, sino que se me metió en la cabeza irme en micro. Resultado: llegué a las 8:30 al metro, la Sole me dijo que ella había llegado a las 8:29.
Anduvimos las 2 por el gran Santiago dejando curris, recepcionista fue el cargo estrella, a ver como nos va, sino tengo 1 cartita bajo la manga, si me resulta la revelo.
Mi intención era ir a la clase de Fenomenología que va mi prima, pero no sabía como llegar al Campus Oriente, así que le pregunté al hermano de la Sol (que nos había invitado a 1 chorrillana de peluches) que micro me servía, me dijo la 392. Yo tengo 1 fe ciega en los números y soy bastante textual para mis cosas (aunque en forma abstracta... sí, lo reconozco) así que espere no sé cuantos minutos hasta que paso el número señalado y si este hombre me dijo que pasaba por el Campus Oriente yo esperaba pasar al frente de él, pero no: había que bajarse en Los Leones y caminar. Este punto no me quedo claro así que seguí por Los Leones no más, cuando capté que me había pasado decidí seguir en la micro hasta Macul para ir a las Facultad de Filosofía de la Chile y ver si había alguna actividad interesante o el cartel de una más no sea. Encontré algunas, pero lo + providencial es que me encontré con 1 tipo de Concepción que yo encontraba simpático pero con el que nunca había hablado, yo siempre que lo veía les decía a mis amigas “miren, ahí va duendecito” jijiji. Ahora me lo tope en la escalera y conversamos, me puso contenta, aunque quizás nunca más me lo vuelva a encontrar ese encuentro casual parecía justificar que me haya llevado la corriente. Pero no señores, el cielo me tenía algo preparado.
Decidí volverme caminado al campus donde estaría mi prima. El cielo estaba muy lindo cuando salí de Macul: entre amarillos y gris, yo por suerte (como estos últimos días) andaba con mi cámara digital, así que todo el camino fui sacando fotos, iba feliz de la vida... el cielo se iba oscureciendo y yo poco menos que cantaba, de hecho creo que lo hice, total tengo pinta de gringa: i’m a tourist. Y ladies and gentleman: comenzaron los truenos y relámpagos y les prometo damas y caballeros que yo solté 1 carcajada. Uhuhuhui. Caminando y sacando fotos, siempre a punto de captar-campanar 1 rayo relámpago, pero we know que Naturaleza always wins, y la verdad no interesaba captar el rayo, sino lo que este significaba, su alrededor. La lluvia relampaga, intensa, fuerte, el chuzo lo recibí bajo el techo de lo que 1 día fue 1 monasterio. Y conversé con 1 niña que estudiaba fotografía muy simpática, ella quería que yo captara el rayo (como a ella no le quedaban rollos) pero yo prefería habar con ella, terminar mi pucho o plasmar los cables digitales. Mientras tanto mi prima miraba desde otra perspectiva la lluvia, cuando se tranquilizo 1 poco el asunto esdrújulo del cielo, salimos de nuestro cobijo y nos metimos al auto, me dejo a 2 cuadras de la Puc-central, ahí le pregunté a un guardia muy atento hacia donde tenía que caminar: tenía que subir la escalera, la charla sería en la sala de vidrio.
(La tormenta rítmico azul se siente en su salsa.)
(hoy escuché muchas veces la canción Viento helado de Rosario Blefari)
posted by María Inés at 4/26/2005 12:55:00 p. m.
1 Comments:
Me gustaron tus fotos. Y tu www. "Hoyo" se llama el gato. Habría de llamarse "Neumàtico", pero es raro para un Siamès. Està contento. Se notas que lo estás. Feliz quijotada. Suerte en la búsqueda de trabajo, que cuesta un poco. Y espero hayais enviado vuestras columnas.
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